Egeo, rey de Atenas, que no había tenido hijos de ninguna de
sus dos esposas, Mélite y Calíope, fue a Delos a consultar el oráculo. Viajó
luego a visitar a su amigo Piteo, el cual urdió el modo de acabar con la
doncellez de la hija: emborrachó a Egeo y lo mandó a la cama de Aethra.
Más tarde, Aethra fue nada menos que a una isla cercana, donde la vio Poseidón
y se acopló con ella.
Egeo volvió a Atenas, pero antes dio
instrucciones muy precisas a Aethra: Si le nacía un niño, debía criarlo a
hurtadillas para que sus sobrinos, los cincuenta hijos de Palante, no lo
asesinaran; luego, cuando llegara a la edad viril, lo llevaría a la roca que
llamaban Altar de Zeus, que desde entonces se llama "Roca de Teseo",
en el camino de Trecén a Hermíone, debajo de la cual dejaría sus sandalias y su
espada, para que, si las podía rescatar, se encaminara a Atenas, donde lo
recibiría.
No quiso Teseo viajar a Atenas por mar, según le indicaban su madre y su
abuelo, sino por el camino de tierra para limpiarlo de bandidos y criminales.
Cuando llegó a Atenas, Teseo encontró a su padre casado con Medea (ex esposa de
Jasón), la cual quiso envenenarlo en el banquete de recepción para que no
obstaculizara el acceso al trono de Medo, su hijo con el rey; pero cuando Teseo
sacó la espada con el puño de marfil, su padre lo reconoció al instante y
arrojó de su lado a Medea.
·
El Minotauro en su Laberinto:
Sucedió por
aquellos días que se reclutaban catorce jóvenes para pagar el tributo debido a
Creta. Dado que muerto Androgeo, hijo de Minos, por los atenienses, el rey de
Creta sometió la ciudad por las armas y la obligó a enviar cada nueve años
siete muchachos y siete doncellas para alimentar al Minotauro, el monstruo con
cabeza de toro que Pasífae, esposa de Minos, había tenido con el toro blanco de
Poseidón, que Heracles llevó luego al Ática y el propio Teseo sacrificó a
Atenea. Indignado ante la afrenta y conmovido por el dolor de los padres que
despedían a sus hijos, Teseo se ofreció voluntario a ser parte de los catorce.

El oráculo de Delfos había aconsejado a Teseo que, antes de partir, sacrificara
a Afrodita y el favor de la diosa se mostró decisivo, cuando la princesa
Ariadna, enamorada al instante de él, le prometió ayuda para matar al
Minotauro, su hermano, si la tomaba por esposa y la llevaba a Atenas. Accedió
el héroe y Ariadna le dio un ovillo de hilo, regalo del constructor del
Laberinto, Dédalo, que lo guiaría en el camino de vuelta.
Tras su victoria se libró un combate naval en el puerto, pero la oscuridad los
protegió y pudieron ganar aguas libres sin ninguna baja. Llegados a la isla de
Naxos, Teseo abandonó a Ariadna en la playa, dicen que la dejó dormida, y se
hizo de nuevo a la mar. Cuando Ariadna despertó, lloró amargamente al sentirse abandonada
y clamó venganza a los dioses.
En su regreso a Atenas, donde fue honrado como libertador de la ciudad, fue
alcanzado por la maldición de Ariadna. Con la alegría de la llegada Teseo había
olvidado cambiar las velas negras de su navío por las velas blancas que debían
señalar su victoria, cuando Egeo vió que el navío regresaba con velas negras,
pensó que su hijo había fracasado y muerto, y se arrojó al mar. Desde entonces,
el mar Egeo lleva el nombre de ese rey.
Teseo sucedió a su padre, reunió las tierras del Ática en un solo reino, con
Atenas como capital.
Tomó parte en numerosas expediciones peligrosas como las de los Argonautas y la
cacería del jabalí de Calidonia. Ayudó a Heracles en la batalla contra las
Amazonas y raptó a Antíope, hermana de la reina Hipólita, a la que llevó a Atenas, tomó por esposa e hizo madre de
Hipólito. Más tarde se casó con la hermana de Ariadna, Fedra, que le dio a
Demofonte y Acamante. También ayudó a su amigo el lapita Pirítoo en la lucha
con los Centauros.
·
Las amazonas:
Tras uno de los doce trabajos de
Heracles, que consistía en la obtención del cinturón de la amazona Hipólita,
junto a Teseo, éste raptó a una amazona (Antíope, Melanipa o Hipólita). Las
amazonas atacaron entonces Atenas para rescatar a la secuestrada, pero fueron
derrotadas por los atenienses, tras lo cual Teseo se casó con ella, teniendo un
hijo llamado Hipólito; aunque después se casaría con Fedra.
·
Hipólito:
Hipólito, hijo de Teseo, veneraba a
Artemisa, diosa virgen de la caza, y en cambio detestaba a la diosa del amor
Afrodita. La diosa, ofendida por el desprecio del chico, suscitó una terrible
pasión por el mismo en el corazón de Fedra, que se había convertido en esposa
de Teseo y por lo tanto madrastra de Hipólito. Estando Teseo ausente, Fedra se ofreció
al casto joven, pero este la despreció. La mujer, despechada, se ahorcó dejando
una nota inculpatoria en la que decía que Hipólito había tratado de violarla.
Al regresar Teseo y ver la falsa acusación contra su hijo, creyó en ella y
clamó venganza a Poseidón, que envió un toro que brotó del mar a Hipólito
mientras este cabalgaba en su carro. El carro volcó e Hipólito fue aplastado
por sus propios caballos.
·
Teseo y Pirítoo:
Pirítoo, hijo de Zeus, había
oído hablar de la fama de Teseo y para comprobarla robó ganado que le
pertenecía. Cuando Teseo lo persiguió surgió entre ellos una admiración mutua.
Decidieron casarse cada uno con una hija de Zeus: Teseo con Helena, que aún era
una niña, y Pirítoo con Perséfone. Primero raptaron a Helena y la dejaron bajo
la custodia de Aethra, y luego decidieron bajar al Hades en busca de Perséfone.
Pero el dios Hades les tendió una trampa: les invitó a un banquete y los dejó
adheridos a los asientos. Cuando Hércules, en su duodécimo trabajo, fue en
busca de Cerbero, estando en el Hades, los encontró encadenados. A Teseo logró
alzarlo, pero tuvo que abandonar a Pirítoo ya que, al intentar levantarlo,
tembló la tierra, por lo que este se quedó para siempre en el Hades.
Mientras Teseo estaba en el Hades, los Dioscuros, hermanos de Helena, liberaron
a su hermana, se llevaron a Aethra, la madre de Teseo, como esclava, hicieron
huir a Demofonte y Acamante, los hijos que Teseo había tenido con Fedra, y
pusieron en el trono de Atenas a Menesteo.
Entretanto los Dióscuros habían asolado el Ática, rescatado a su hermana Helena
y apoyado a Menesteo, biznieto de Erecteo, que se hizo el amo de Atenas y fue
su primer demagogo. Teseo huyó con su familia de Atenas, se refugió en Sciros
donde murió asesinado por el rey Licomedes.