lunes, 22 de septiembre de 2014

Perséfone/Proserpina




Proserpina (Perséfone Romana), obra de Rossetti
Hija de Zeus y Démeter. En su juventud Démeter tuvo a Core, luego llamada Perséfone.
Perséfone estaba cogiendo flores inocentemente con algunas ninfas y de repente, cuando cortaba un narciso, la tierra se abre a sus pies y surge Hades, su tío, que la rapta. Las ninfas fueron transformadas en las Sirenas por no haber intervenido.
Perséfone grita pidiendo auxilio a su madre, Deméter la oye y corre en su ayuda, pero, al no encontrarla, comienza un largo peregrinaje en seguimiento de su hija. Durante nueve días y nueve noches recorre Deméter el mundo.
La vida quedó paralizada mientras la desolada Deméter buscaba por todas partes a su hija perdida. Hécate había oído sus gritos y sugirió a Démeter hablar con Helios, el sol, que todo lo ve, para que le contase lo que había pasado. Helios había visto todo lo sucedido y se lo confirma, la cólera de Deméter es tal, que abandona el Olimpo y se niega cumplir sus funciones. El hambre y la muerte asoló la tierra, y Deméter se enfrentó a Zeus advirtiéndole que aparecía su hija o ni un grano de trigo germinaría.
Cuando Hades pidió su anuencia a Zeus, el padre de los dioses se había mostrado cobardemente ambiguo, temía enfrentarse a la madre de la joven, Deméter, pero tampoco quería disgustar al dios del abismo. De modo que Hades tiró por la tremenda y raptó a la muchacha.
El destierro de la diosa incide en las cosechas y provoca la esterilidad de la tierra. Como la diosa se niega a hacer fructificar los campos, Zeus envía primero a Iris y después poco a poco a todos los dioses del Olimpo para convencerla de que regrese y fertilice la tierra. Ante el nulo resultado de sus embajadas, Zeus cede y envía a Hermes a Hades con la orden de que devuelva a Perséfone. La única condición que se puso para liberar a Perséfone fue que no probase bocado en todo el trayecto, pero Hades la engañó para que comiese seis semillas de granada, la comida de los muertos,  que la obligaban a volver cada año un mes por cada semilla. Cuando Deméter y su hija estaban juntas, la tierra florecía de vegetación. Pero durante seis meses al año, cuando Perséfone volvía a los infiernos, la tierra se convertía de nuevo en un erial estéril. Fue durante su viaje para rescatar a Perséfone del inframundo cuando Deméter reveló los misterios eleusinos. En una versión alternativa, Hécate rescató a Perséfone. En la versión más antigua la temible diosa Perséfone era la propia Reina del Inframundo.
 
Perséfone era el objeto del cariño de Pirítoo. Su amigo Teseo y él prometieron casarse con sendas hijas de Zeus. Teseo escogió a Helena, la secuestró con la ayuda de Pirítoo y decidió retenerla hasta que tuviese la edad de casarse. Dejaron a Helena con la madre de Teseo, Etra, y viajaron al inframundo, reino de la elegida de Pirítoo, Perséfone, y del marido de ésta, Hades, quien fingió ofrecerles hospitalidad y preparó un banquete. Tan pronto como la pareja se sentó, las serpientes se enroscaron en torno a sus pies, atrapándolos. Teseo fue finalmente rescatado por Heracles.
El matrimonio formado por Perséfone y Hades fue estéril; no así ella, que fue seducida por su propio padre en forma de serpiente y tuvo un hijo: Zagreo, que fue asesinado por los Titanes a instancias de Hera.

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