![]() |
Proserpina (Perséfone Romana), obra de Rossetti |
Hija
de Zeus y Démeter. En su juventud Démeter tuvo a Core, luego llamada Perséfone.
Perséfone estaba cogiendo flores inocentemente con algunas ninfas y de repente, cuando cortaba un narciso, la tierra se abre a sus pies y surge Hades, su tío, que la rapta. Las ninfas fueron transformadas en las Sirenas por no haber intervenido.
Perséfone estaba cogiendo flores inocentemente con algunas ninfas y de repente, cuando cortaba un narciso, la tierra se abre a sus pies y surge Hades, su tío, que la rapta. Las ninfas fueron transformadas en las Sirenas por no haber intervenido.
Perséfone grita pidiendo auxilio a su madre, Deméter la oye y corre en su
ayuda, pero, al no encontrarla, comienza un largo peregrinaje en seguimiento de
su hija. Durante nueve días y nueve noches recorre Deméter el mundo.
La vida quedó paralizada mientras la desolada Deméter buscaba por todas partes
a su hija perdida. Hécate había oído sus gritos y sugirió a Démeter hablar con
Helios, el sol, que todo lo ve, para que le contase lo que había pasado. Helios
había visto todo lo sucedido y se lo confirma, la cólera de Deméter es tal, que
abandona el Olimpo y se niega cumplir sus funciones. El hambre y la muerte
asoló la tierra, y Deméter se enfrentó a Zeus advirtiéndole que aparecía su
hija o ni un grano de trigo germinaría.
Cuando Hades pidió su anuencia a Zeus, el padre de los dioses se había mostrado cobardemente ambiguo, temía enfrentarse a la madre de la joven, Deméter, pero tampoco quería disgustar al dios del abismo. De modo que Hades tiró por la tremenda y raptó a la muchacha.
Cuando Hades pidió su anuencia a Zeus, el padre de los dioses se había mostrado cobardemente ambiguo, temía enfrentarse a la madre de la joven, Deméter, pero tampoco quería disgustar al dios del abismo. De modo que Hades tiró por la tremenda y raptó a la muchacha.
El destierro de la diosa incide en las cosechas y provoca la esterilidad de la
tierra. Como la diosa se niega a hacer fructificar los campos, Zeus envía
primero a Iris y después poco a poco a todos los dioses del Olimpo para
convencerla de que regrese y fertilice la tierra. Ante el nulo resultado de sus
embajadas, Zeus cede y envía a Hermes a Hades con la orden de que devuelva a
Perséfone. La única condición que se puso para liberar a Perséfone fue que no
probase bocado en todo el trayecto, pero Hades la engañó para que comiese seis
semillas de granada, la comida de los muertos, que la obligaban a volver cada año un mes por
cada semilla. Cuando Deméter y su hija estaban juntas, la tierra florecía de
vegetación. Pero durante seis meses al año, cuando Perséfone volvía a los
infiernos, la tierra se convertía de nuevo en un erial estéril. Fue durante su
viaje para rescatar a Perséfone del inframundo cuando Deméter reveló los
misterios eleusinos. En una versión alternativa, Hécate rescató a Perséfone. En
la versión más antigua la temible diosa Perséfone era la propia Reina del
Inframundo.
Perséfone era el objeto del cariño de Pirítoo. Su amigo
Teseo y él prometieron casarse con sendas hijas de Zeus. Teseo escogió a
Helena, la secuestró con la ayuda de Pirítoo y decidió retenerla hasta que tuviese
la edad de casarse. Dejaron a Helena con la madre de Teseo, Etra, y viajaron al
inframundo, reino de la elegida de Pirítoo, Perséfone, y del marido de ésta,
Hades, quien fingió ofrecerles hospitalidad y preparó un banquete. Tan pronto
como la pareja se sentó, las serpientes se enroscaron en torno a sus pies,
atrapándolos. Teseo fue finalmente rescatado por Heracles.
El matrimonio formado por Perséfone y Hades fue estéril; no
así ella, que fue seducida por su propio padre en forma de serpiente y tuvo un
hijo: Zagreo, que fue asesinado por los Titanes a instancias de Hera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario