lunes, 22 de septiembre de 2014

Zeus/Júpiter



Hijo de Rea y Cronos, hermano de Hestia, Démeter, Hera, Hades y Poseidón, era la divinización del cielo y rey del Olimpo. Supremo gobernador del Universo, guardián del orden político y de la paz. Aunque era llamado "padre de los dioses y los hombres", no fue el creador de ninguno de ellos; era padre en el sentido de protector.

Las diosas con las que compartió lecho fueron Metis, con la que tuvo a Atenea; Temis, a las Moiras, a las Parcas y a las Horas; Mnemosine, a Las Musas; Démeter, a Perséfone; Eurinome, a las Cárites o Gracias; Leto, a Apolo y Artemisa. Pero sólo se desposó con Hera, que tuvo así consideración de esposa legítima y reina del Olimpo, la más importante de las diosas todas, cuyos hijos fueron: Ares, dios de la guerra; Hebe, diosa de la juventud; Hefaistos, dios del fuego, e Eiliethya o Ilitía, protectora de los partos.

Son famosas sus metamorfosis para sorprender a sus amantes, como su transformación en toro para raptar a Europa o en cisne para poseer a Leda o en lluvia para llegar a Dánae o en nube para envolver a la ninfa Io, incluso en águila para llevarse a Ganímedes. En leyendas posteriores, en las que se introducen otros valores morales, se pretende mostrar al padre de los dioses a salvo de esta imagen libertina y lasciva.

Zeus presidía a los dioses en el monte Olimpo, en Tesalia. Metis fue su primera compañera, Gea y Urano revelaron a Zeus un oráculo del Destino: De sus hijos con Metis, el primero sería muy sabio y valiente, pero el segundo sería un hijo de ánimo violento llamado para destronar a su padre. Previniendo el peligro, Zeus se comió a Metis cuando ésta esperaba a su primer hijo. Zeus convocó a Hefestos y le ordenó que le hendiera la cabeza de un hachazo. Y de la cabeza de Zeus surgió una muchacha enteramente armada: era la diosa Atenea. Temis, la Titánida, fue la segunda esposa de Zeus, era ella la encarnación de la ley o la Equidad. De esa unión nacieron las divinidades que llaman las Horas, y que son las estaciones (Eunomía (Thalo), Diké (Auxo) e Irene (Carpo), es decir, Disciplina, Justicia y Paz). Zeus tuvo otras tres hijas con Temis, Moiras (las Parcas): Cloto, Laquesis y Átropos, que rigen el destino de todo ser humano. Aquel destino estaba simbolizado por un hilo, que la primera de las Parcas sacaba de su rueca, que la segunda enrollaba y que la tercera cortaba cuando llegaba al término de la vida que representaba.

La tercera esposa de Zeus fue la Oceánida Eurinome, que le dio también tres hijas, Kharites (las Gracias), Aglae, Eufrosine y Talía. Como las Horas, las Gracias son genios de la vegetación. Deméter que era su hermana, dio a Zeus una hija, Perséfone. Luego se unió a la Titánida Mnemosine, y tuvo de ella nueve hijas, las Musas, diosas de todo lo que libera al hombre de la materia y le da acceso a las verdades eternas. Elocuencia, persuasión, sabiduría, conocimiento del pasado y de las leyes del mundo, matemáticas, astronomía, poesía, música y la danza son su dominio. Las Musas eran: Calíope, Clío, Polimnia, Euterpe, Terpsícore, Erato, Melpómene, Talía y Urania.

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